Cuando todavía el país no se ha recuperado de la catástrofe valenciana, el incendio en la residencia de ancianos 'Jardines de Villafranca', vuelve a conmocionar a la sociedad tras la muerte de diez personas mayores, usuarios del centro, a causa del denso humo provocado por lo que, probablemente, sería un cigarrillo mal apagado; tal y como ha apuntado la gerente de ARADE (Asociación Aragonesa de Dependencia), Paquita Morata.
En una intervención ante los medios, a los que ha aclarado que la residencia cumple con toda la normativa vigente y que se trata de un «centro muy correcto», la gerente ha explicado que, aún a la espera de los resultados oficiales de la investigación de la Guardia Civil, «sabemos que ha podido ser probablemente por alguien que ha fumado en la habitación».
De hecho, es la causa que se ha valorado desde que, esta mañana, los equipos de investigación se han puesto en marcha, ya que el recorrido del fuego ha comenzado en el interior de una estancia y no se ha extinguido hacia las demás; en parte, gracias a una puerta cortafuegos con la que cuenta el centro. El problema ha radicado en el denso humo que se ha producido en el interior del recinto y que ha provocado las letales intoxicaciones en los afectados.
Además de los diez fallecidos, dos personas han sido trasladadas en estado crítico, a lo largo de la mañana, al Hospital Royo Villanova; al menos uno de ellos, ya habría pasado a planta. Según ha confirmado la portavoz de la Guardia Civil, Ana Cristina Otín, la brigada específica de Incendios e Infraestructuras continúa avanzando en la investigación y será la encargada de certificar la causa definitiva del trágico suceso.