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TRIBUNALES

El Supremo confirma la condena a un terapeuta de Palma que abusó de tres pacientes

Un juzgado de lo Penal sentenció en 2021 al procesado a cuatro años de cárcel

El procesado durante el juicio, celebrado en una sala de lo Penal en septiembre de 2021. | J.P.M.

| Palma |

El Tribunal Supremo ha confirmado cuatro años de cárcel a un terapeuta de Palma por abusos sexuales a tres pacientes en su consulta en 2019 al rechazar el recurso del procesado, que esgrimía que los hechos considerados como probados «son atípicos» ya que con dos de las víctimas no hubo «contacto con trascendencia sexual» y con la restante no constaba «ausencia de consentimiento de la misma».

El acusado ya fue sentenciado a finales de 2021 por la magistrada de lo Penal número 2 de la capital balear. Su defensa recurrió a la Audiencia y esta ratificó la condena, como ahora ha hecho de igual forma el Alto Tribunal.

La magistrada de lo Penal número 2 consideró en el fallo que el acusado, que se declaró inocente durante la vista, se aprovechó «de la vulnerabilidad de unas jóvenes que atravesaban por una situación complicada» para realizar en su consulta, ubicada en el centro de Palma, tocamientos de diversos tipos en 2019. Además de los cuatro años de cárcel también le castigó al pago de 1.000 euros por daños morales a dos de las denunciantes. La restante renunció a cualquier tipo de indemnización.

Durante el juicio, celebrado en septiembre de 2021, una de las víctimas explicó a la magistrada que el imputado le dijo que «tenía un bloqueo sexual y necesitaba terapia de choque. Me pidió que me quitara la blusa y empezó a poner sus manos en mi vientre y bajó hasta meterme la mano por el pantalón», relató. Volvió a la consulta porque creyó que «era una cosa normal». Días después tuvo otro episodio desagradable. «En la segunda sesión me dijo que él debía estar desnudo. Me sentó en sus piernas, me dio dos besos en la boca y me dijo que tenía que besarle el pene. Y lo hice». Asimismo se refirió al terapeuta como una persona «extremadamente inteligente y manipuladora».

Otra de las chicas explicó que el hombre, que se anunciaba como «orador motivacional», le frotó los genitales contra sus pies y le masajeó la zona íntima de nuevo bajo el pretexto de acabar con su «bloqueo sexual». A la perjudicada restante también le sometió a tocamientos.

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