Los pirómanos actúan de nuevo y ponen en jaque a los equipos de emergencia de la capital balear. Durante las madrugadas del sábado y de este domingo, se han registrado hasta seis incendios intencionados en diferentes puntos de la ciudad. Sin duda alguna, las barriadas más afectadas por esta última oleada de ataques son las de Son Oliva y el Polígono de Levante. Los fuegos se producen de madrugada, prácticamente simultáneos y en zonas relativamente próximas. Es el caso del registrado en Son Oliva.
Durante el fin de semana, en las calles Eusebio Estada y Frida Kahlo, ubicadas a escasos metros una de la otra, se iniciaron varios focos de fuego que afectaron a diversas baterías de contenedores y vehículos. En esta ocasión, un vecino consiguió grabar con su teléfono móvil como las llamas devoraban los contenedores de plástico en dos puntos distintos de la misma vía. Del mismo modo, en la calle Puerto Rico, en Nou Llevant y, muy cerca de un conocido colegio, se iniciaba otro voraz incendio que finalizó con una batería completa de depósitos de basura calcinada y varios vehículos que se encontraban estacionados en las inmediaciones afectados.
En todos los casos, los fuegos fueron extinguidos por los Bombers de Palma. Hasta el lugar de los incendios se desplazaron agentes de la Policía Local de Palma y del Cuerpo Nacional de Policía. Finalmente, al tratarse de un caso de incendio intencionado, el Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía asumió la investigación de lo sucedido. Una vez más es importante destacar la colaboración ciudadana para poder encerrar a los incendiarios.
Según información policial, en la madrugada de este domingo, el balance de daños es el siguiente: 01:30 horas, incendio en la calle Eusebio Estada una batería de contenedores incendiada. A las 03:30 horas, en la calles Puerto Rico, arden cinco depósitos y dos coches. Finalmente, a las 03:35 horas, en la calle Brotad, otra batería de contenedores se ve afectada por el fuego.
Desde hace meses, la Policía Nacional no cesa de detener a pirómanos y los jueces de enviarlos a prisión. También se han 'cazado' numerosos menores, algunos de ellos inimputables, que sus padres se han tenido que hacer cargo de las importantes cuantías económicas de sus travesuras. En muchos casos, detener a los autores no resulta nada fácil porque son personas que hasta la fecha carecían de antecedentes o sufren algún tipo de enfermedad mental.