Matias Antonio J. tenía sed. Entre la tarde del 10 y la madrugada del 11 de abril de 2023 se dirigió a la pizzería Venecia, situada en el Pasaje de Manacor de Cala Millor, y probó suerte. El hombre fracturó la puerta del establecimiento, que se encontraba cerrado a esas horas, y se introdujo en el interior. Una vez dentro se apoderó de una tablet Samsung Galaxy A7 Lite de color negro, otra tablet de la misma marca, un teléfono móvil, una botella de ginebra de un litro, un abrebotellas, un sacacorchos y un timbre de enchufe de la marca Silvercrest.
Matias Antonio J. salió de la pizzería Venecia con los objetos robados, pero no se fue muy lejos de allí. Acabó en la acera de en frente del local y se bebió la botella de un litro de ginebra que había sustraído minutos antes.
El ladrón, embriagado, se quedó dormido hasta que lo despertaron los agentes de la Policía Nacional con los objetos robados y la botella de ginebra vacía. Matias Antonio J. quedó detenido. El hombre fue juzgado a finales del pasado mes de julio en Vía Alemania, en Palma, y aceptó ante la jueza de lo Penal número 1 de la ciudad una condena de dos años de cárcel por un delito de robo con fuerza en las cosas.
Matias Antonio J., que fue defendido por el abogado Miguel López Bortón, no ingresará en prisión con la condición de que no cometa ningún delito en los próximos dos años. El ladrón durmiente reconoció ante la magistrada que en abril del año pasado irrumpió en la pizzería Venecia, pero no quería una pizza cuatro estaciones, una calzone o una prosciutto.
Lo que Matias Antonio J. quería era llevarse varios dispositivos electrónicos del interior y beberse un litro de ginebra, a palo seco, sin combinar con ningún refresco.
Matias Antonio J. tenía mucha sed.