La Fiscalía pide seis años de cárcel para un hombre, toxicómano desde la adolescencia y actualmente interno en una unidad psiquiátrica de prisión, acusado de robar alimentos por valor de 142 euros en un supermercado de Barcelona e intimidar verbalmente a la cajera, asegurándole que tenía el «mono».
Según el escrito del ministerio público, los hechos ocurrieron en junio de 2021, cuando el hombre entró en un supermercado de la cadena La Sirena en Barcelona y guardó en bolsas diversos artículos tales como cajas de gambas o helados, para finalmente salir corriendo sin pagar. La Fiscalía sostiene que, tras llenar dos bolsas de productos del establecimiento, el acusado se acercó a la cajera y le dijo que se iba a llevar todo sin pagar, que tenía mucho «mono» y que acababa de salir de la cárcel.
El escrito de acusación también recoge que el procesado le enseñó el brazo en el que tenía tatuajes y una cicatriz, le dijo que estaba 'muy loco' y que no le detuviese porque se podía liar. El ministerio público acusa al procesado de un delito de robo con intimidación, que está castigado con entre dos y cinco años de cárcel, aunque le pide seis porque le aplica la agravante de multirreincidencia.
En el juicio celebrado este martes en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona, el acusado ha admitido que entró en la tienda y robó los alimentos, pero sostiene que en ningún caso amenazó a la trabajadora, sino que le enseño el brazo para explicarle que era toxicómano y necesitaba los alimentos. Según la versión del detenido, que está en prisión por otras causas, avisó a la trabajadora al entrar de que iba a llevarse cosas sin pagar, y le explicó que su trabajo no peligraría porque en la tienda estaba todo asegurado.
En relación con el momento de los hechos, el procesado ha explicado que gastaba entre 300 y 500 euros al día en droga, por lo que necesitaba los alimentos para comer y para venderlos y poder comprar su dosis. Al final de la vista, el acusado ha hecho uso de la última palabra para decir que le parecía «bochornoso» que tres jueces tengan que juzgar un «simple hurto», que él nunca ha hecho daño a nadie «ni verbal ni físicamente». Por su parte, la defensa ha tachado de «excesiva» la pena que pide la fiscal y ha pedido la absolución completa del acusado, que es drogodependiente desde los 14 años y que actuó «movido por la compulsión» y por el «principio humano de inanición».