La Policía Nacional ha puesto en marcha la 'operación verano' y en su arranque ya lleva más de 100 detenidos. Los agentes están desplegados en las principales zonas turísticas y en el aeropuerto de Palma. Con motivo del inicio de la temporada turística, se ha incrementado la presencia policial en diversos lugares de capital balear, especialmente, en playa de Palma, Son Sant Joan y la zona del casco antiguo, al objeto de prevenir diversos delito y, llevando a cabo un fuerte dispositivo policial que se desarrollará todo el verano, el cual está previsto que se ampliará a otras zonas de la ciudad.
El refuerzo se inició, en una primera fase, a mediados del mes de abril en Playa de Palma y casco histórico integrado por agentes de los Grupos Operativos de Respuesta (GOR) y de la unidad de Motos, a lo que hay que sumar el grupo de Policía Judicial las comisarías de Playa de Palma, Centro y Oeste, con la colaboración de Policía Local de Palma.
Al dispositivo se han sumado, a partir del día 1 de junio, las unidades de refuerzo de la 'operación verano», en particular de las UIP (Unidad de Intervención Policial), UPR (Unidad de Prevención y Reacción) de diferentes plantillas, Brigada Móvil-Policía en el Transporte, Guías Caninos y la BRIC, entre otros agentes que potenciarán la seguridad en todas las islas. Hasta el momento, los agentes de paisano y uniformados, han detenido a más de 100 personas, la mayoría de ellas por hurtos de diferente especialidad, tanto carteristas como descuideros, siendo la mayoría de las detenciones 'in fraganti', siendo el origen de los detenidos muy variado pertenecientes a varias nacionalidades. La tipología delictiva es primordialmente el hurto, con carteristas y descuideros, siendo la zona de actuación en la arena de la playa por las noches, aprovechando que los turistas acuden a la playa para bañarse, mantener relaciones o reunirse en grupo aprovechando el entorno del litoral.
También se producen hurtos en los establecimientos hoteleros a clientes que dejan sus pertenencias en las inmediaciones de la recepción o entrada al hotel, aprovechando un descuido para sustraer bolsos y mochilas. Esta circunstancia también se produce cuando los turistas se encuentran en establecimientos de restauración y dejan los bolsos y bandoleras colgadas de las sillas, siendo sustraídas por parte de los malhechores de forma rápida y sigilosa. Del mismo modo se producen hurtos de día en la playa a bañistas y por la noche a turistas que se encuentran en estado de embriaguez y se dirigen a sus hoteles.
Según la policía, de forma subsidiaria y menos habitual se producen otros delitos como robos con violencia e intimidación, agresiones y estafas, sin olvidar como es obvio el tráfico de drogas, predominantemente marihuana, que se ofrece en la vía pública a los turistas. Respecto a la zona centro lo más habitual son los carteristas que seleccionan a sus víctimas y les sustraen las carteras del interior de los bolsillos de los pantalones, bolsos y mochilas, de forma discreta y cautelosa, sin que las víctimas se percatan de ellos.