Surrealista episodio en un chalet de la urbanización de Bellavista, en s'Arenal, todavía en el término municipal de Palma. Un intruso que iba descalzo y que presentaba un comportamiento muy extraño se coló este jueves en un chalet, se quedó dormido en un banco del jardín y la familia que había en el interior -un matrimonio español con dos hijos adolescentes- esperó durante más de una hora que alguien acudiera en su ayuda. Sin éxito.
A las siete de la mañana, Darío, el cabeza de familia, extrañado por los ladridos de los perros, acudió a la barbacoa y se encontró, de repente, con un individuo durmiendo en un banco, junto a la piscina. Muy asustado, llamó a los servicios de emergencia a las 7.02 horas y le comunicaron que le enviarían ayuda. La casa está ubicada en la esquina entre la calle Berlín y la calle K. «La comisaría de la Policía Local se encuentra unas calles más abajo, así que pensamos que vendrían enseguida», ha comentado esta mañana a Ultima Hora el propietario de la vivienda.
Sin embargo, los minutos fueron pasando y nadie acudía en su auxilio. «Llamé de nuevo y me pidieron si esto era Ibiza. Les contesté que era Palma, muy cerca de Llucmajor. Pero por aquí seguía sin aparecer nadie», se queja el afectado. A las 8.20 horas, el desconocido despertó de su sueño profundo y el dueño de la casa se acercó a él, para pedirle explicaciones: «Era extranjero, creo que alemán pero hablaba un poco de inglés. Debía haber cogido una borrachera tremenda y estaba desorientado. Me pidió disculpas y se marchó».
El mallorquín se encuentra muy disgustado por la desidia de los equipos de emergencia: «Afortunadamente se trataba de un borrachín, pero ¿Qué habría pasado si hubiera sido un pervertido o un psicópata? En el interior de la casa estaban mi mujer y mis hijos, con un susto de muerte. Lo que ha pasado no es de recibo. Encima, cuando volví a llamar para quejarme me dijeron que había pasado por la calle una patrulla y no había visto nada. Yo, que estaba muy pendiente, no vi ninguna patrulla y, además, no es normal que pasen por la calle y se vayan. Deberían haber entrado en la casa para ver cómo estábamos y detener al intruso».