A primera hora de este jueves, un fuerte dispositivo integrado por agentes de la Policía Local de Palma y de la Policía Nacional han irrumpido en el poblado chabolista de Son Banya. Esta operación policial tiene como objetivo destruir por completo la fortificación que habían creado los narcos en el poblado para facilitar las ventas de droga e impedir la entrada de los agentes y, una segunda, realizar una entrada y registro en tres puntos de venta muy activos.
Por una parte, la Policía Local de Palma se encargó de ofrecer cobertura a los técnicos de Urbanismo, empresas de descontaminación y construcción encargadas de destruir la fortificación y nuevas chabolas construidas. De forma simultánea, agentes del Grupo de Estupefacientes practicaron tres registros donde encontraron importantes cantidades de cocaína, heroína, marihuana y drogas de diseño. Los agentes de ambos cuerpos accedieron al interior de Son Banya y se desplegaron con suma celeridad, marcando un amplio perímetro de seguridad y asegurando el trabajo de los operarios.
En esta ocasión, fue la Policía Local de Palma quienes se hicieron cargo del control de acceso al poblado vigilando la entrada y salida de los residentes. Esta operación es fruto de la noticia adelantada en exclusiva por Ultima Hora en la que destapamos la impunidad con la que operan los clanes gitanos que controlan el mayor supermercado de la droga de Baleares. Como bien apuntan los residentes del poblado, Son Banya es una ciudad sin ley donde los clanes gitanos operan con total impunidad. No pagan luz ni agua, venden droga en cantidades industriales durante las 24 horas del día y burlan todo intento de control.
Bajo el paraguas de los clanes gitanos y grupos organizados que controlan la entrada, venta y distribución de la droga, los narcos volvieron a poner en evidencia a las autoridades políticas y policiales de las islas. En las últimas semanas, construyeron un sistema de fortificación en torno al poblado sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo. Lo primero que hicieron los residentes fue introducir maquinaria pesada (excavadoras, paleras y camiones) para aplanar el terreno, hacer cimientos, instalar barreras metálicas de cercado de perímetro, levantar planchas de madera con sacos de arena y bloques de construcción y realizar una nueva entrada para facilitar a los clientes la compra de droga. Por las noches, también colocaron pequeños focos led para facilitar las líneas de entrada y de salida de los compradores.
En segundo lugar, junto a la montaña de basura y coches quemados, instalaron paneles de madera para crear una barrera visual que les permita tener una mayor privacidad. Se trata de estrategias con la finalidad de controlar la entrada y salida de compradores y evitar la irrupción policial. Finalmente, todo ha quedado destruido y se han abierto diligencias judiciales contra las personas que lo construyeron. Con la luz del día, también hemos podido comprobar que en la entrada del lugar habían instalado un improvisado gallinero.