La picaresca española no tiene límites. Agentes de la Unidad Motorizada de la Policía Local han interceptado a seis conductores estacionados con tarjetas de discapacidad falsas, caducadas o manipuladas. De hecho, en uno de los casos, el titular del distintivo había fallecido. Durante toda la semana pasada, funcionarios policiales procedieron a la retirada de seis tarjetas asignadas a personas de movilidad reducida, tras comprobar que sus usuarios no cumplían las condiciones que habilitaban para su uso.
En el marco del incremento de control de infracciones que afectan a las dificultades de movilidad que tienen las personas afectadas de diversidad funcional, se desarrolló en el estacionamiento del hospital de Son Llàtzer, un control rutinario de utilización de espacios reservados para el aparcamiento de personas con movilidad reducida. En el lugar los agentes detectaron seis tarjetas que presuntamente se estaban utilizando fraudulentamente.
Tras contactar con los conductores de ambos vehículos se comprobó que ninguno de ellos podía hacer uso de los distintivos. Uno correspondía a una persona ya fallecida y los otros presentaban algún tipo de manipulación o caducidad. Todos los conductores fueron denunciados por infringir la Ley de accesibilidad de las Illes Balears y las tarjetas intervenidas. Las sanciones pueden alcanzar los 6.000 euros.