Herminia B.B., tenía 64 años y ya contaba los días para poder jubilarse. Trabajaba como auxiliar de servicios en el aeropuerto de Palma. Todos sus compañeros la apreciaban. La madrugada del 27 de abril de 2019 recibió un empujón de un turista alemán y falleció cinco después tras ser intervenida por una fractura de fémur y complicarse la operación. La mujer sufría problemas de corazón. La Fiscalía pide para el germano tres años de prisión como autor de un delito de homicidio imprudente y que indemnice a la familia en 400.000 euros.
La vista por estos hechos, que conmocionaron a los empleados de Son Sant Joan, al ser la víctima una persona muy querida, tendrá lugar próximamente en una sala de lo Penal en los juzgados de Vía Alemania de la capital balear.
La agresión se produjo en torno a la una de la madrugada. El pasajero, un alemán de 48 años, que acababa de aterrizar en Mallorca junto a su mujer y sus dos hijos, abandonó la terminal de llegadas para fumar un cigarro. La trabajadora, de la empresa Trablisa, que se encargaba de controlar la zona, le explicó que no podía volver a entrar y el hombre se alteró. Se puso muy nervioso, gritó y dijo que iba a perder la maleta si no le dejaba acceder al interior. El hombre empujó a la mujer, que se tropezó, cayó al suelo y se fracturó el fémur. Agentes de la Guardia se desplazaron enseguida hasta el lugar del suceso y detuvieron al turista por un presunto delito de lesiones. El hombre pasó a disposición judicial y fue puesto en libertad.
La trabajadora, que padecía problemas de corazón, tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios y una ambulancia la trasladó a un centro hospitalario. Días después fue sometida a una intervención quirúrgica tras sufrir una fractura de fémur provocada por el empujón que recibió del procesado. Falleció tras la operación. Habían pasado cinco días de la agresión.