Las autoridades de Filipinas descartaron este miércoles encontrar más supervivientes después de que una avalancha de tierra sepultara decenas de casas y dos autobuses hace ocho días en el sur del país, con 71 cadáveres hallados y 47 personas desaparecidas. La Oficina de Defensa Civil de Davao (en la isla de Mindanao, al sur del país) aseguró hoy que los equipos de rescate han cambiado las tareas de búsqueda de supervivientes por las del hallazgo de cadáveres, al descartar que pueda haber más personas con vida entre los escombros, según dijo su director a la radio local Sunrise.
Según el último recuento, divulgado la víspera por Lea Anora, portavoz del gobierno de la región de Davao de Oro, en una conferencia de prensa en la localidad de Maco, el lugar de la tragedia, 70 de los 71 cadáveres hallados han sido identificados, mientras hay 47 desaparecidos.
La tragedia ha dejado además 32 heridos, entre ellos una niña de tres años y un bebé de dos meses, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo debido a su sorprendente rescate después de más de 60 horas bajo los escombros. Más de 4.500 personas fueron evacuadas a los diez centros previstos por las autoridades en las zonas afectadas por el alud.
La tragedia tuvo lugar el pasado 6 de febrero en la ciudad de Maco, en la provincia de Davao de Oro, cuando las fuertes lluvias que golpean la región provocaron una avalancha de tierra y lodo que enterró un número aún por contabilizar de viviendas y propiedades, así como dos autobuses que llevaban a trabajadores de la empresa minera Apex Mining.
Desde finales de enero, el sur de Filipinas se ha visto golpeado por fuertes temporales que han provocado aludes e inundaciones en varias zonas de Mindanao, que deberán persistir este lunes en toda la región, según alertó la agencia meteorológica del país. Al menos 18 personas han muerto y otras 11 han resultado heridas en otros incidentes a lo largo de la isla debido a las tormentas.