Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro jóvenes acusados de propinar una brutal paliza a un taxista en la puerta de una discoteca de Palma. Los arrestados son dos chicos de 18 y 19 años, además de otros dos menores de edad, todos ellos de nacionalidad española. Los agresores están acusados de un presunto delito de daños y lesiones.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del día 22 de abril, frente a una discoteca ubicada en calle Gremi de Cirurgians i Barbers, en el polígono de Son Castelló. El taxista se encontraba parado mientras esperaba para realizar un servicio cuando aparecieron unos chicos que comenzaron a subirse en el capó del vehículo causando daños. La víctima, al ver los daños que estaban causando en el taxi y que no podía emprender la marcha, se bajó del mismo para recriminarles los hechos, recibiendo por parte de los violentos agresores multitud de patadas y puñetazos por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza y en las costillas.
Una vez que los jóvenes cesaron de agredir a la víctima la emprendieron a golpes con el vehículo, consiguiendo el afectado zafarse de ellos, subir al taxi y huir del lugar. Acto seguido, llamó a los equipos de emergencia, siendo trasladado por una ambulancia del SAMU-061 hasta el hospital. Los agentes del Grupo de Investigación Distrito Oeste se hicieron cargo de la investigación y por el momento ya han detenido a cuatro de los implicados. A los dos detenidos mayores de edad les constan antecedentes policiales.
El sector del taxi, nada más producirse la agresión, mostró su indignación y exigió a la Policía Nacional que tomara cartas en el asunto. Ahora, tras una exhaustiva investigación y revisión de cámaras de seguridad han detenido a los supuestos agresores. Los taxistas también se quejaban de la actitud pasiva de los porteros. Es cierto que en todo momento la agresión se produjo fuera del establecimiento, en la vía pública. El taxista, en declaraciones en exclusiva a Ultima Hora horas después de la agresión, afirmó: «Fue horrible, fue horrible. Me dieron una patada en la cabeza que dije ‘ya está, se acabó'. Después de que me pegaran prácticamente todo el mundo se fue y cerraron hasta las puertas de la discoteca», explicaba el taxista.