Una mujer irá a juicio en Palma por obligar a una amiga a prostituirse y conseguir que le entregara 600.000 euros. La acusada amenazaba a la víctima diciéndole que una mafia secuestraría a su hijo menor de edad. La Fiscalía reclama una condena de siete años de cárcel para la procesada y que indemnice a la perjudicada con el dinero que le dio más 50.000 euros por el daño moral ocasionado a raíz de estos hechos ocurridos entre 2009 y 2017. La acusada, de 40 años y nacionalidad española, trabajó con la víctima en el restaurante Bocatta que había en Porto Pi. Se hicieron amigas y la denunciante es madrina del hijo de la investigada. La confianza era máxima.
La víctima, según la Fiscalía, empezó a recibir notificaciones judiciales y pidió ayuda a la acusada, que le recomendó un abogado llamado Nacho y le dio el número de teléfono. Ese contacto, en realidad, pertenecía a la encausada que se hizo pasar por el letrado y comenzó a decirle que para solucionar sus problemas debía realizarle una serie de entregas de dinero. La mujer le fue haciendo ingresos de manera periódica siguiendo las instrucciones de la acusada. Le dejaba el dinero en su buzón o se lo entregaba directamente a su amiga, que se lo quedaba. La perjudicada pensó que su amiga le daba el dinero al abogado que nunca existió. También le dio su DNI, un ordenador portátil y tarjetas bancarias.
La acusada hizo creer a la víctima que una supuesta mafia estaba extorsionándola y que para evitar ir a la cárcel y perder a su hijo tenía que seguir abonando dinero. La mujer pidió a su familia 30.000 euros que entregó a su amiga. La denunciante se trasladó a Asturias, donde residía su familia, en 2012. Una vez allí pidió a su abuela 80.000 euros que también envió a la procesada. Siguió mandándole mensajes de texto a través de diferentes números haciéndose pasar por la supuesta mafia con frases como «Haz todo lo que te decimos, somos gente muy poderosa. Tenemos comprados a policías y si no lo haces irás a la cárcel y te quitarán al niño».
La acusada, haciéndose pasar por la supuesta mafia, le dijo que si no comenzaba a prostituirse cogerían a su hijo y lo venderían. La víctima, el 27 de enero de 2013, comenzó a ejercer la prostitución en varios clubes de Avilés. Desde entonces y hasta 2017, la procesada continuó enviando mensajes a su amiga en los que le conminaba a continuar pagando dinero a la supuesta mafia bajo amenazas.
La afectada ingresaba en la cuenta de la investigada el dinero que ganaba cada día -entre 250 y 800 euros- y la acusada, en Mallorca, lo retiraba ya que contaba con la tarjeta y las claves de la cuenta de la mujer. En otras ocasiones, la víctima, siguiendo sus instrucciones, lo ingresaba en un cajero en cuentas que tenía su amiga. La Fiscalía estima que la acusada obtuvo 600.000 euros a lo largo de esos años.