La Parroquia de Pollença no denunciará al joven que en la noche de Navidad robó una excavadora y la condujo por la Plaça Major hasta quedar encajonado en una de las calles laterales de la iglesia. La gamberrada, que acabó con el chaval detenido en medio del reproche y desconcierto de los vecinos causó «un rasguño» en el lateral del templo que está catalogado como Bien de Interés Cultural.
El departamento insular de Patrimoni aún está valorando lo ocurrido antes de anunciar si se abre o no un expediente disciplinario y si habrá que ejecutar una reparación. Tampoco ha presentado de momento denuncia la empresa constructora a la que pertenece la excavadora sustraída.
«Nosotros poca cosa tenemos que decir ya que consideramos que no fue un acto directamente en contra de la parroquia sino que fue un efecto colateral. Además los daños han sido insignificantes. No tomaremos ninguna diligencia y consideramos que no nos corresponde tomar ninguna decisión en este tema», ha explicado a Ultima Hora el párroco Danilo de Urbeza.