El autor de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo y supuesto asesino de otras dos mujeres, Jorge Ignacio Palma, ha asegurado este miércoles que nunca ha tenido intención de hacer daño, matar ni causar ningún agravio a ninguna de las víctimas que han declarado en el juicio ni a las que han fallecido. En la vista que se celebra ante el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Valencia, Palma ha declarado a preguntas de su defensa para negar que matara a ninguna de las mujeres, y en varias ocasiones ha indicado que en el transcurso del juicio se han dicho inexactitudes y también ha dudado de la exactitud de las ciencias forenses.
Ha reiterado en su declaración ante el Tribunal del Jurado que desmembró el cuerpo de la joven y lo tiró en bolsas a dos contenedores de Alzira y uno de Silla, en Valencia. «No tengo ánimo de martirio; si quisiera disfrazar los hechos, hubiera contado otra cosa. Conté lo que ocurrió, y eso me hace quedar mal; me pone bajo una luz extraña, pero yo tengo que contar lo que ocurrió, y fue eso», ha respondido durante su declaración en el juicio contra él, acusado de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo (aún no ha sido hallado) y del asesinato de otras dos jóvenes.
Durante el desarrollo del juicio, la Guardia Civil, aunque al principio vio verosímil la tesis del descuartizamiento del cuerpo de Marta Calvo porque pudo acreditar que el autor confeso de su desaparición compró sierras, bolsas y productos de limpieza, dudó de esa teoría por la ausencia de perfiles genéticos en el supuesto escenario y la búsqueda en los vertederos. El acusado ha afirmado que, cuando descubrió que Marta Calvo estaba muerta en la casa de Manuel (Valencia) donde habían ido a mantener relaciones sexuales, pensó en suicidarse «por desesperación», ya que tiene antecedentes por tráfico de drogas y es colombiano, pero empezaron a pasar los días y vio que no podía acabar con su vida, hasta que acabó entregándose a la Guardia Civil.
Palma ha asegurado que todo se desarrolló de manera «normal» en la casa hasta que Marta le dijo que no se sentía bien porque llevaba dos días de fiesta; entonces se duchó y se acostaron. Cuando despertó, la llamó y vio que no despertaba, subió la persiana para ver mejor, observó un gesto «extraño» y la notó «fría», le tomó el pulso y no tenía latido. En ese momento se le vino «el mundo encima» y quiso suicidarse. «Me sentí muy desgraciado, lo único que quería era pasar un buen rato» por su cumpleaños y no le pareció «oportuno» llamar a los servicios de emergencia, también debido a que su madre tenía que ir a la casa y no quería que supiera lo que había ocurrido.
En este momento de su declaración ha remitido a la carta manuscrita que entregó a la Guardia Civil fechada el 13 de noviembre de 2019, en la que pide perdón a su madre y también a la madre de Marta Calvo. Según esa carta, el miedo de morir en prisión no le dejaba vivir y temió que le tomaran por «un monstruo asesino de mujeres» que, según asegura, no es. Este miércoles, en una sola ocasión ha mostrado emociones y ha sido al asegurar que tenía miedo y estaba «muy desesperado» durante los días que pasaron desde que tiró los restos de la joven hasta que se entregó, el 4 de diciembre, y tenía pensado suicidarse pero finalmente pensó que si no había quitado la vida a nadie, por qué se la iba a quitar él. «Usted no sabe lo que he sufrido dos años y medio -ha dicho a preguntas de su abogada-, sé que aquí hay muchas personas que han sufrido pero yo también soy un ser humano», se ha defendido para añadir que las personas que han acudido al juicio lo han deshumanizado.
Palma ha admitido ser consumidor habitual de cocaína, que llevaba para su consumo en las llamadas «fiestas blancas» en prostíbulos, en las que a veces se hace «un uso erótico» poniéndola en el pecho para consumirla, pero ha negado que alguna vez haya colocado la sustancia en los genitales de mujeres. Sobre Arliene Ramos, también fallecida, ha declarado que tras una cita comenzó a actuar de forma errática y a hablar en portugués pero cuando él se fue, estaba consciente y de pie; y sobre Lady Marcela, de cuya muerte también se le acusa, ha dicho no ubicarla. Antes de la vista, la madre de Marta Calvo, Marisol Burón, señaló ante los medios que solo espera y desea que el supuesto asesino de su hija le diga dónde está el cuerpo, que está «entero», y que le caiga todo el peso de la ley.
El jueves por la mañana será el turno de que las acusaciones presenten sus conclusiones, mientras que el viernes lo hará la defensa; el lunes 11 se retomará la vista con los informes de las partes, que continuarán el martes y el miércoles, cuando será el turno del informe de la acusación y la última palabra del acusado. El juicio continuará el lunes 18 de julio con la entrega a las partes del objeto del veredicto, y una vez esté lista la elaboración definitiva del documento, ese mismo día se le entregará al jurado, que quedará confinado en un hotel para deliberar hasta un máximo de ocho jornadas.