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«Sólo pretendo que Malén Ortiz siga en la retina de la gente, que no la olviden»

La madre de la joven desaparecida convoca para el domingo una concentración en La Pinada

La madre de Malén se ha tatuado un mensaje en su honor.  | Alejandro Sepúlveda

| Palma |

«Pase lo que pase, sea lo que sea, próxima estación esperanza». La madre de Malén Ortiz, desaparecida hace ahora ocho años y medio en Magaluf, se ha tatuado un mensaje en el antebrazo derecho, en homenaje a su hija. Natalia Rodríguez ha organizado para este domingo en La Pinada de Santa Ponça una concentración para recordar a la joven: «La premisa es: prohibido olvidar». En una entrevista con este periódico, la madre coraje explica que «la concentración del domingo a las doce del mediodía es para reivindicar los derechos de Malén y también de tantos y tantos de desaparecidos».

Natalia, que ha dado una auténtica lección de fuerza y nunca se ha rendido, reconoce que «cada año que pasa se me hace todo esto más cuesta arriba. Pero voy a seguir luchando siempre. Hay miles de familias en España que tienen a algún familiar desaparecido y esto es una maldita lotería que no se lo deseo a nadie». Hace un tiempo, cuando estaba en un autobús, Natalia creyó ver a Malén: «Era una chica muy parecida a ella. El pelo, los rizos... Se parecía tanto. Pensé: si tiene marcas de varicela en la frente es ella. Y las tenía. Nunca me había pasado algo parecido desde que Malén desapareció. Cuando se bajó la seguí como una loca y le pregunté cómo se llamaba». Resultó ser una joven sudamericana, de 22 años, y Natalia le explicó toda la historia: «Fue doloroso, pero muy terapéutico». La investigación de la Guardia Civil nunca se ha cerrado y los agentes siguen revisando declaraciones y actualizando datos. La madre de Malén solo espera que sea más efectiva que las primeras diligencias, que dejaron mucho que desear.

«Cuando leo el sumario del caso no veo a mi hija. No está allí. Se han llevado a mi hija, pero leo el sumario pensando que la encontraré o que daremos con los culpables y no es así». La desaparición de Malén tuvo lugar a las tres de la tarde del 2 de diciembre de 2013. Iba en dirección a Son Ferrer y tras bajarse del autobús, con su mochila y un patinete, alguien se acercó a ella y se le perdió la pista hasta hoy. Todo indica que se trataba de alguien a quien la menor de 15 años de edad conocía. Y confiaba.

El apunte

«Lo que más temo es olvidar su timbre de voz»

Natalia nunca se rinde. Y tiene muy claro que dedicará su vida a buscar a su hija desaparecida. Sin embargo, tiene momentos de bajones emocionales: «Lo que más temo es olvidar su timbre de voz, de no reconocerla si me la cruzo por la calle. Que se borre de mi mente el sonido de su voz y de su risa». En cualquier caso, acaba reponiéndose y, con firmeza, recuerda: «Prohibido olvidar».

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