La profanación de tumbas en el antiguo cementerio de Aguilar de Segarra (Barcelona) ha llevado a acelerar el traslado de restos mortales al nuevo camposanto municipal, mientras los vecinos siguen conmocionados por el suceso, que atribuyen a unos ladrones en busca de joyas y objetos de valor. En declaraciones a Efe, el alcalde de Aguilar de Segarra, Pere Aliaguilla, ha explicado que el ayuntamiento ha ofrecido a los vecinos su colaboración para facilitar el traslado de los restos de las tumbas profanadas en el antiguo cementerio del pueblo al camposanto municipal.
Aliaguilla ha dicho que colaborarán «en lo que haga falta» para tratar de resolver una situación que ha causado malestar entre los vecinos del pueblo, y que tratarán de aligerar los trámites para que los traslados se produzcan con rapidez. El primer edil ha explicado que el traslado de los restos mortales al cementerio municipal ya era algo que se había hablado con el rector de la parroquia propietaria del antiguo camposanto, y que algunos familiares ya habían sacado a sus difuntos del recinto con o sin ayuda municipal.
Hace unos días, un vecino alertó de que alguien había profanado las tumbas del antiguo cementerio, que estaba abandonado, y había esparcido los restos mortales por el recinto tras dejar todos los sepulcros abiertos. La profanación fue comunicada al rector de la parroquia, que fue quien finalmente interpuso la denuncia ante los Mossos d'Esquadra en nombre del obispado de Vic (Barcelona). La policía catalana ha abierto una investigación para aclarar las causas de la profanación y si obedece a un acto vandálico o a un intento de desvalijar las tumbas en busca de alhajas u otras pertenencias valiosas. Según el alcalde, la hipótesis más creíble para los vecinos es que «alguien se ha iluminado y ha creído que con los restos podría haber algún anillo o alguna cosa de valor».