La fuga de Salvador Llinás Bauzá llega a su fin. El empresario mallorquín, acusado de una estafa de más de 800.000 euros ha sido extraditado desde Paraguay a España y está en la cárcel de Soto del Real. Llevaba más de doce años en el país sudamericano, después de ser denunciado por un grupo de inversores a los que convenció para entregarles hasta 740.000 euros para comprar unos fondos. Según los denunciantes, que le acusaron en 2009, se quedó con el dinero y nunca más se le vio.
En Paraguay, Llinás ha pasado por un periplo judicial, también acusado por varios socios de estafa. Una vez superados estos juicios, las autoridades del país han cumplido con la orden de detención que el Juzgado de Instrucción 10 de Palma había cursado a través de Interpol. Según fuentes del caso, Lllinás habría creado esos procedimientos para retrasar su entrega a España durante años, mientras permanecía en libertad o en detención domiciliaria en Paraguay.
El juzgado de Instrucción de Palma confirmó este martes la prisión preventiva de Llinás Bauzá y esperará allí que se celebre el juicio. Mientras, el que sigue escapado de la justicia española es su hijo Salvador. Está implicado también en una estafa millonaria, en este caso en la compraventa de vehículos para la empresa de alquiler Autoclick. Se cree que que se encuentra desde 2018 en algún país asiático y también hay una orden de detención en su contra.