Los policías que acudieron el pasado verano a un domicilio de Palma por una disputa familiar se encontraron con un hombre que empuñaba un garrote de madera con clavos. El individuo, búlgaro de 31 años, intentó agredir a los agentes con el arma de fabricación casera, pero estos consiguieron esquivar las acometidas y acabaron deteniéndole.
El hombre fue condenado este martes a un año y medio de cárcel y una multa de 180 euros por un delito de atentado y dos leves de lesiones. La jueza tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de embriaguez, ya que iba bajo la influencia del alcohol y de sustancias estupefacientes, y la de reparación parcial del daño. El acusado ha consignado 200 euros en concepto de responsabilidad civil y le quedan por pagar 244.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar sobre las 18.30 horas del 7 de agosto de 2021. El procesado mantuvo un incidente con su madre en la casa en la que convivían y la mujer avisó a la Policía Nacional. Los agentes que se personaron en el lugar se encontraron al acusado muy agresivo y esgrimiendo un garrote con clavos. Los policías esquivaron los ataques y utilizaron un spray para reducirlo. El hombre lanzó patadas y puñetazos a los agentes hasta que, finalmente, fue engrilletado. Durante el forcejeo, los funcionarios sufrieron heridas en la mano y en los antebrazos. El hombre deberá indemnizarlos por las heridas ocasionadas.