Si 2021 empezaba con la nevada Filomena, este 2022 trae consigo un meteorito en España. El Complejo Astronómico de La Hita, en Toledo, ha informado este sábado de la caída de un meteorito procedente de un asteroide en sierra Morena, en la provincia de Ciudad Real. Según ha detallado el complejo en un comunicado, la caída de este meteorito se ha registrado en la madrugada del 14 de enero, a las 22:27 hora local, cuando sobre el cielo nocturno se pudo observar una impresionante bola de fuego que cruzó una larga distancia.
La bola de fuego llegó a tener una luminosidad similar a la de la Luna llena y, debido a su elevado brillo, pudo ser vista desde la mayor parte del país por numerosos testigos que se encontraban en las zonas centro y sur, que se hicieron eco del fenómeno en las redes sociales. También fue grabado por los detectores de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN), que opera en el Complejo Astronómico toledano, quienes trabajan en el marco del Proyecto SMART, que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del sistema solar. También la grabaron los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto (Almería), Sierra Nevada, Sevilla, Huelva, Madrid (Universidad Complutense), El Aljarafe (Sevilla) y La Sagra (Granada).
Esta bola de fuego ha sido analizada por el investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), quien ha destacado, en sus resultados, que el fenómeno se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca a una velocidad de unos 48.000 kilómetros por hora. La roca procedía de un asteroide que se cruza con la órbita de la Tierra y que recibe el nombre de «meteoroide». El brusco rozamiento de la roca con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca (el meteoroide) se volviese incandescente, generando así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 86 kilómetros sobre la aldea de Ventillas (suroeste de la provincia de Ciudad Real). Desde allí avanzó en dirección este y se extinguió a una altitud de unos 23 kilómetros sobre sierra Morena, casi sobre la vertical de la aldea Las Tiñosas (Ciudad Real).
La gran luminosidad que alcanzó este bólido hizo que pudiera verse desde más de 500 kilómetros de distancia. El astrofísico ha reseñado que, en total, la bola de fuego recorrió unos 63 kilómetros de la atmósfera. Otro resultado importante de este análisis preliminar es que la roca no se destruyó completamente en la atmósfera y que una pequeña parte de ella habría sobrevivido, cayendo al suelo en sierra Morena en forma de meteorito.