Dos hombres acusados de vender 1.420 kilos de tabaco de contrabando desde Son Servera a toda España han sido absueltos. La jueza concluye que no ha quedado demostrado que los procesados, de origen polaco, fabricaran y comercializaran el tabaco falsificado y los exonera de tres delitos: contrabando, grupo criminal y propiedad industrial. Los hechos se remontan a febrero de 2014. La unidad operativa de Vigilancia Aduanera recibió una alerta de las autoridades polacas de que estaban llegando grandes cantidades de tabaco a Mallorca a través de camiones.
La sentencia recoge que los funcionarios iniciaron una investigación y constataron que uno de los acusados, que se encuentra en paradero desconocido, era el destinatario del envío de 1.420 kilos de tabaco seco. El sospechoso residía en Cala Bona y en varias cuentas corrientes los investigadores descubrieron multitud de ingresos y transferencias en pequeñas cantidades hasta una suma de más de 300.000 euros. La supuesta organización almacenaba el tabaco en Son Servera y más tarde empleó como fábrica una nave agraria de Sant Llorenç en la que se llevó a cabo un registro en 2016. La Agencia Tributaria intervino 922 kilos de picadura de tabaco cuyo precio de venta al público ascendería a 146.487 euros. La Fiscalía reclamaba para los acusados ocho años de cárcel y más de medio millón de euros en multas. Uno de los enjuiciados fue defendido por el abogado Miquel Fiol.