Las dos responsables de un agencia de viajes de s'Illot han aceptado una condena de dos años de cárcel por falsear durante años certificados de residencia para proporcionar descuentos aéreos fraudulentas. Desde esta única agencia se cometió un fraude de más de 600.000 euros que ha quedado con un leve castigo penal por el enorme retraso de la instrucción en un juzgado de Manacor que ha llevado los hechos a juicio una década después de su comisión.
El fraude fue posible gracias a la intervención de un funcionario municipal ya fallecido. Este entregó a la agencia de viajes un sello oficial del Ajuntament de Sant Llorenç. Con el tampón sellaban los certificados que ellas mismas generaban y durante un lustro consiguieron que sus clientes se beneficiaran del descuento de residente, que entonces bonificaba la mitad de billete.
En el juicio, que se ha celebrado este lunes por la mañana en la Audiencia Provincial, las acusadas han reconocido los hechos tras un acuerdo entre sus defensas, la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Las administradoras reciben una pena de dos años que será suspendida, una multa y quedan inhabilitadas para gestionar agencias de viaje durante el tiempo de la condena. Una empleada de la agencia es condenada como cómplice a un año. Por el momento, el ingreso en prisión se suspende. También queda en el aire la indemnización que deben abonar al Estado que se reserva acciones y reclamará en dinero por otras vías.