Agentes de la Policía Portuaria salvaron la vida ayer a un hombre, de 76 años y nacionalidad española, que sufrió un ictus en su velero, que estaba amarrado en el Real Club Náutico de Palma. El tripulante se empezó a encontrar mal y avisó a su hija.
La mujer acudió al barco y al ver el estado de su padre llamó al 112. Los equipos de emergencias recibieron el aviso sobre las 15.30. Los efectivos de la Policía Portuaria se desplazaron con urgencia hasta la embarcación de la víctima y, con la colaboración de los servicios sanitarios y los operarios del club náutico, consiguieron estabilizar al septuagenario en su propio barco. La Guardia Civil también se personó en el lugar para atender al perjudicado.
Una ambulancia trasladó al hombre de inmediato hasta el hospital Son Espases de Palma. Su vida no corría peligro.