Gran operativo policial contra los desfases, botellones e incumplimientos de las medidas sanitarias de la COVID19 en diferentes zonas de la capital balear. Sin lugar a dudas, el punto más conflictivo de la jornada se produjo en la Playa de Palma. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local de Palma y técnicos del Govern balear tuvieron que emplearse a fondo para tratar de controlar a miles de jóvenes que se lanzaron a las calles para beber, bailar y disfrutar del arranque del verano mallorquín.
Más de medio centenar de agentes continuaron durante todo el sábado y la madrugada de este domingo con el refuerzo antibotellón. Uno de los momentos más tensos se vivió en las inmediaciones de la calle del Jamón y en toda la primera línea de playa. Hasta el punto que obligaron a los agentes de las unidades de antidisturbios a que realizaran cargas para tratar de dispersar a los asistentes.
Según fuentes policiales a las que ha tenido acceso Ultima Hora, en los macrobotellones ilegales y reuniones de jóvenes -en su mayoría turistas- se llegaron a congregar entre 7.000 y 10.000 personas en la primera línea de playa. Los agentes realizaban 'barridos' para tratar de dispersar a los chicos, pero la cantidad de personas era tan grande que hacía prácticamente imposible poner orden en la zona.
«Todo el mundo va sin mascarilla y no se respetan las distancias de seguridad. El cierre de los locales ha generado que todos estos jóvenes continúen la fiesta en la calle. Esto es un descontrol. No podemos sancionar a nadie porque necesitaríamos más de 1.000 policías. Vamos a intentar controlar la situación y dispersar a los grupos», apuntaba uno de los participantes en el dispositivo. A partir de la 01.30 horas de este sábado, la afluencia de gente empezó a bajar.
Además de los cuerpos policiales, también participó una baldeadora de Emaya para que realizó realizar tareas de higienización y dispersión en primera línea de playa.
Por otra parte, unas horas antes, también tuvieron que intervenir en la zona de Sant Magí - Sa Feixina, desalojando una botellón de unas 200 personas y en el Parc de sa Riera, Gremi Porgadors y plaza de las Columnas.