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La policía carga en Playa de Palma en una madrugada de botellones y desfases

Se calcula que había entre 7.000 y 10.000 personas en la primera línea y en la calle del Jamón

Se calcula que había entre 7.000 y 10.000 personas en la primera línea y en la calle del Jamón: http://bit.ly/3covLPs | Redacción Sucesos

| Palma |

Gran operativo policial contra los desfases, botellones e incumplimientos de las medidas sanitarias de la COVID19 en diferentes zonas de la capital balear. Sin lugar a dudas, el punto más conflictivo de la jornada se produjo en la Playa de Palma. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local de Palma y técnicos del Govern balear tuvieron que emplearse a fondo para tratar de controlar a miles de jóvenes que se lanzaron a las calles para beber, bailar y disfrutar del arranque del verano mallorquín.

Más de medio centenar de agentes continuaron durante todo el sábado y la madrugada de este domingo con el refuerzo antibotellón. Uno de los momentos más tensos se vivió en las inmediaciones de la calle del Jamón y en toda la primera línea de playa. Hasta el punto que obligaron a los agentes de las unidades de antidisturbios a que realizaran cargas para tratar de dispersar a los asistentes.

Según fuentes policiales a las que ha tenido acceso Ultima Hora, en los macrobotellones ilegales y reuniones de jóvenes -en su mayoría turistas- se llegaron a congregar entre 7.000 y 10.000 personas en la primera línea de playa. Los agentes realizaban 'barridos' para tratar de dispersar a los chicos, pero la cantidad de personas era tan grande que hacía prácticamente imposible poner orden en la zona.

Los antidisturbios tuvieron que realizar algunas cargas en la calle del Jamón.

«Todo el mundo va sin mascarilla y no se respetan las distancias de seguridad. El cierre de los locales ha generado que todos estos jóvenes continúen la fiesta en la calle. Esto es un descontrol. No podemos sancionar a nadie porque necesitaríamos más de 1.000 policías. Vamos a intentar controlar la situación y dispersar a los grupos», apuntaba uno de los participantes en el dispositivo. A partir de la 01.30 horas de este sábado, la afluencia de gente empezó a bajar.

Además de los cuerpos policiales, también participó una baldeadora de Emaya para que realizó realizar tareas de higienización y dispersión en primera línea de playa.

El fin del toque de queda ha dado lugar a que haya más personas en la calle.

Por otra parte, unas horas antes, también tuvieron que intervenir en la zona de Sant Magí - Sa Feixina, desalojando una botellón de unas 200 personas y en el Parc de sa Riera, Gremi Porgadors y plaza de las Columnas.

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