Un hombre que recibió un puñetazo en el ojo izquierdo tras una discusión con su pareja, en junio de 2016 en su domicilio de Palma, le envió un mensaje meses después: «Me he quedado ciego de un ojo por tu soberbia».
El perjudicado acudió a urgencias y, para proteger a su novia, explicó que un desconocido le había dado un codazo en un bar de copas del Paseo Marítimo. Meses después, cuando ya habían finalizado la relación, la denunció por la agresión sufrida.
La Audiencia de Palma ha condenado a la mujer a dos años y medio de cárcel y que indemnice a la víctima, asistida por la abogada Sara Gómez, con 3.375 euros por las lesiones. El tribunal concluye que el hombre perdió la visión del ojo por no seguir las recomendaciones médicas y que no fue por el golpe recibido.
Tratamiento
«El perjudicado no siguió las recomendaciones dadas por los médicos de urgencias en el momento de la primera asistencia, lo que impidió un diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado de la lesión que, efectivamente, se produjo sin ningún género de dudas», indica la sentencia.
La agresión ocurrió la noche del 26 de junio de 2016. La acusada mantuvo una discusión con su pareja en el domicilio que compartían y le propinó un puñetazo en el ojo izquierdo. La víctima sufrió un traumatismo ocular. «No ha quedado acreditado que, como consecuencia de los hechos, el perjudicado sufriese la pérdida total de la agudeza visual del ojo izquierdo».
El forense manifestó que en el tratamiento del denunciante faltó un seguimiento adecuado. El tribunal de la Sección Segunda destaca en el fallo la «pasividad» y la «falta de cuidado» de la víctima. «Al día siguiente acudió al centro de trabajo y continuó haciendo vida normal, lo que supone un incumplimiento total y absoluto de cualquier pauta médica».
El fiscal reclamaba una condena de 10 años y medio de cárcel para la acusada, que en el juicio negó la agresión.