Tenía el carnet de patrón de yate. Cuando fue a renovarlo en 2009 a Capitanía Marítima le dieron uno en el que aparecía que era capitán. Guardó la acreditación sin fijarse en lo que ponía y nunca la utilizó. Diez años más tarde al realizar de nuevo el trámite para conseguir uno con vigencia se dieron cuenta de que poseía una credencial que no debía tener y le acusaron de un delito de falsedad documental. Ahora, semanas después de ser juzgado por ello, el imputado, defendido por el abogado Gaspar Oliver, ha sido absuelto.
Durante la vista, celebrada en la sala de lo Penal número 6, el acusado explicó a la magistrada que en junio de 2019 al querer renovar su carnet, vigente durante diez años, una funcionaria le advirtió que había un error. El capitán marítimo de Palma que presentó el informe a Fiscalía, explicó en el juicio que dictó una resolución denegatoria a la renovación del título de capitán de yate porque no constaba en la base de datos. Este explicó que ambos carnets, el de capitán y patrón, son idénticos.
Sentencia
Por ello la juez estima en su sentencia que «no puede ser descartada la versión del acusado de que lo acontecido pudo deberse a un error por parte de la propia Capitanía Marítima». Asimismo también añade la magistrada en el fallo, para corroborar lo anterior, «que no hay manera fehaciente, porque no hay prueba pericial alguna que así lo corrobore, que alterara la tarjeta de patrón».