El dueño de un restaurante de Palma se enfrenta a una pena de un año y medio de prisión por acosar y agredir sexualmente a una empleada en julio de 2017. El acusado en una ocasión le exigió sexo oral a cambio de mejorarle su contrato.
El juicio está previsto que se celebre en las próximas semanas en una sala de lo Penal de Palma. Además de cárcel, el ministerio público también solicita para el imputado cinco años de libertad vigilada.
Contrato eventual
El hombre contrató a la mujer para trabajar en la cocina del establecimiento en abril de 2017 y con un contrato a tiempo parcial para cuatro meses. Poco después, tal y como relata la Fiscalía en su escrito, empezó la «relación inapropiada».
El denunciado perseguía a la mujer por el restaurante lanzándole piropos, dándole palmadas en el trasero y siguiéndole hasta el almacén. Allí en una ocasión le dijo que si quería que le mejorara el contrato tenía que hacerle una felación. La empleada se negó. No denunció en ese instante por miedo a perder el empleo, según el escrito del ministerio público. Meses después, en julio de ese año, el propietario del local agarró a la mujer y le tocó los senos y el trasero e intentó besarla.
Una semana más tarde la mujer puso los hechos en conocimiento de la policía después de ir a un centro de salud, donde se le diagnosticó un cuadro de ansiedad y también pudieron apreciar los médicos los hematomas producidos tras el suceso de días atrás. La víctima estuvo de baja hasta junio de 2018. El juicio tendrá lugar próximamente en Vía Alemania.
La indemnización será fijada en la vista
La Fiscalía, tal y como refleja en su escrito de acusación, se reserva la opción de fijar la cantidad de la indemnización que el acusado deberá abonar a la víctima hasta la celebración del juicio y tras escuchar a todas las partes.
El ministerio público pide un año y medio de prisión para el acusado y cinco años de libertad vigilada.