Una ola de indignación se ha desencadenado en Pakistán después de que se conociera la violación en grupo de una mujer frente a sus dos hijos. Los hechos ocurrieron después de que el vehículo en el que viajaban durante la noche quedara sin gasolina en plena carretera. El país reclama medidas urgentes por la falta de protección hacia las mujeres.
Este domingo uno de los dos sospechosos de participar en la violación se entregó a la Policía, «negó cualquier implicación en el incidente y dijo también que no había usado el número de teléfono móvil rastreado», explicó Fayyazul Hassan, portavoz del Gobierno de la provincia oriental de Punjab, donde ocurrió el suceso.
«La policía le ha tomado una muestra de ADN y confirmará su implicación. Al principio todo criminal lo niega. Estamos seguros que es uno de ellos y el otro será arrestado pronto», concluyó.
La violación ocurrió el pasado día 9 por la noche en la carretera Lahore-Sheikhupura en Punjab, cuando los agresores aprovecharon que el vehículo de la mujer se quedó sin gasolina para asaltarlo, abusar de ella frente a sus hijos y luego robarle.
El suceso despertó pronto la indignación en Pakistán, un malestar que fue en aumento después de que un alto mando de la Policía de la capital regional, Lahore, Umer Sheikh, en vez de condenar la violación, se preguntara durante una entrevista televisada cómo la familia de la mujer le había permitido salir de noche.
«Nadie en nuestra sociedad debería permitir a nuestras hermanas e hijas viajar solas tan tarde», aseguró Sheikh, de acuerdo con el diario local The Express Tribune.
El día 10, el Gobierno de Punjab nombró a un equipo especial para que investigara lo sucedido y, 24 horas después se decidió acudir a un censo de ADN ante la falta de avances, lo que llevó a identificar a los dos presuntos violadores entre los vecinos de la zona.
Mientras continuaba la búsqueda de los violadores, ayer, sábado, cientos de personas, en su mayoría mujeres, salieron a las calles en varias ciudades de Pakistán para protestar por «la violencia patriarcal contra la mujer», según indicaban las diferentes convocatorias.
Entre los puntos que reclamaban las organizaciones que llamaron a la protesta estaban la petición a las autoridades para que garanticen justicia en caso de abusos, con investigaciones efectivas y procesos judiciales rápidos, además de la rendición de cuentas del alto mando policial que culpó a la mujer basándose en «mitos» comunes.