Las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil han intensificado en los últimos días las inspecciones policiales para erradicar por completo las ‘party boat' en las Islas. Un equipo de Ultima Hora zarpó este sábado con el Río Segre, una embarcación tipo patrullera de altura para misiones de lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico de la Guardia Civil.
Junto al Río Segre navegó la embarcación S41, una lancha rápida semirrígida, equipada para situaciones de intervención inmediata. Estas dos embarcaciones se han convertido en los instrumentos de vigilancia y control del instituto armado para luchar contra los desfases en alta mar.
La Guardia Civil del mar tiene bajo control a todas las embarcaciones y empresas sospechosas de la realización de estas prácticas prohibidas. Por ese motivo, a través de los diferentes sistemas de navegación, marcan las posiciones de las mismas y realizan las inspecciones.
«En lo que llevamos de año hemos levantado un total de 357 actas de sanción. Hemos detectado que, a pesar de la situación de la COVID-19, el tráfico marítimo es muy similar al de años anteriores. Tenemos menos turistas, pero el mercado nacional ha ido en aumento», comenta el teniente Franscesc Córdoba, jefe del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Baleares.
«Hay mucha gente que tiene miedo a los contagios en tierra y por eso han decidido navegar. La afluencia marítima es muy alta. En estos últimos días hemos sancionado a tres embarcaciones por infracciones referentes al aforo, música y alcohol. No sólo son ‘party boat', también nos encontramos con embarcaciones de recreo o familiares que incumplen», explica el teniente.
Todo en orden
Durante el servicio de patrulla realizado este sábado, se inspeccionaron varias embarcaciones, pero en ninguna de ellas se localizaron infracciones o incumplimientos. «El procedimiento es sencillo. El patrullero envía a una de las lanchas semirrígidas para realizar las inspecciones. Una vez nos acercamos al barco en cuestión, accedemos al interior (abordaje) y comprobamos que todo está en regla», comenta uno de los oficiales participantes en el operativo.
La actividad de las ‘party boats' está prohibida desde el pasado mes de junio, pero el Govern incide de nuevo y recuerda que también está prohibida la venta de bebidas alcohólicas en los barcos para turistas.
Los controles de la Guardia Civil han permitido constatar que el negocio de las ‘party boats' ha ido cambiando desde que se prohibió esta actividad, y muchos de los yates y catamaranes que se dedicaban a ello se han actualizado y solo dan servicio de excursiones a los turistas, con comida incluida, pero sin alcohol ni fiestas.