Un segundo agente de los servicios secretos rusos murió este viernes en Moscú víctima de las heridas recibidas en el tiroteo ocurrido la víspera frente a la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) en el centro de Moscú, según informan fuentes oficiales.
«Como resultado (del tiroteo), un agente murió en el lugar de los hechos y un segundo fue ingresado con heridas graves en el hospital, donde después falleció», informó Svetlana Petrenko, portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, a la agencia Interfax.
Además, según Petrenko, otras cinco personas, entre ellas un transeúnte, resultaron heridas de diversa gravedad en el incidente que tuvo lugar en las inmediaciones de la concurrida plaza Lubianka.
En cuanto al asaltante, confirmó oficialmente que su nombre es Yevgueni Maniurov, quien fue abatido después de abrir fuego en la tarde de ayer contra los agentes del FSB.
Las autoridades prosiguen la investigación sobre «los motivos» que empujaron a Maniurov, de 39 años y residente en la región de Moscú, a perpetrar el ataque, que provocó el pánico ayer en la capital rusa.
Según la prensa local, Maniurov, que trabajó como guardia de seguridad y tenía en su casa un arsenal de armas y municiones, era miembro de un club de tiro y participó en varios torneos.
De acuerdo al canal de Telegram Baza, también trabajó en el pasado en una organización vinculada con veteranos de los servicios secretos rusos y pudo haber tenido algún conflicto con sus antiguos empleadores.
El incidente se produjo en vísperas del aniversario de la fundación de la Cheka, precursora del KGB soviético, y justo cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, presidía en el Kremlin un concierto dedicado a esa onomástica.
El tiroteo tuvo lugar a escasos metros de la plaza donde se encuentra el edificio principal del FSB, heredero del temido KGB, y la mayor tienda de juguetes de la capital rusa, horas después de que Putin ofreciera su rueda de prensa anual.