Benita Anneli Buñola Sinkkonen, una palmesana de 44 años, se encuentra en estado crítico después de que su exmarido, un cubano de 50 llamado Juan Prats Reyes, la intentara matar este miércoles golpeándola con un martillo en la cabeza, en su casa de Campos. El agresor se entregó a la Guardia Civil, que está investigando las circunstancias en las que se produjo el brutal ataque.
De acuerdo con los datos facilitados por el 061 y por la Benemérita, a las 13.20 horas se recibió una llamada alertando de que una mujer había sido gravemente herida por su exmarido y que necesitaba asistencia sanitaria urgente. Una ambulancia se desplazó hasta la calle Escorial número 30, a las afueras del pueblo, y en ese momento se confirmó que el sospechoso, Juan Prats Reyes, se había entregado en el cuartel de la Guardia Civil y había confesado la agresión.
Sanitarios y agentes corrieron al piso y se encontraron a la víctima en el suelo, en medio de un gran charco de sangre y con severas lesiones en la cabeza y el tórax. Uno de los martillazos le provocó una fractura craneal, con pérdida de masa encefálica. Durante más de una hora intentaron estabilizar sus constantes vitales y después fue evacuada al hospital de Son Espases, entre la vida y la muerte.
La víctima tiene dos hijos menores y se había separado de su esposo hacía un tiempo. Él, que tenía otros dos hijos de una relación anterior, vivía en la casa de Campos y ella en un piso de Llucmajor. Este miércoles por la tarde quedaron para discutir un tema y ella, a eso de las 13.00 horas, se presentó en el piso de la calle Escorial. En esos momentos parece ser que se encontraba en su cuarto el hijo de él, de 18 años.
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor llevó a cabo una exhaustiva inspección ocular en el escenario del intento de asesinato y descubrió restos de sangre en distintas dependencias, lo que indicaría que Juan Prats la atacó con el martillo y la persiguió por distintas estancias del piso. La víctima se encuentra en estado crítico, al borde de la muerte, con lesiones cerebrales gravísimas, y los médicos siguen minuto a minuto su evolución.
Los vecinos del edificio donde ocurrieron los hechos estaban este miércoles conmocionados por el intento de asesinato y no daban crédito a lo que había pasado: «No nos podíamos imaginar que iba a suceder algo así, estamos consternados».