Laura Luelmo, la profesora zamorana asesinada el mes de diciembre en El Campillo (Huelva) a manos presuntamente de Bernardo Montoya, presentaba «más de 40 lesiones» en el cuerpo, la mayoría de ellas en la cabeza.
Según la autopsia, «uno de los impactos habría sido el mortal y se habría producido con una piedra». El estudio ha encontrado restos biológicos del único investigado por asesinato y agresión sexual, pero no de semen.
El informe preliminar de la autopsia, al que ha tenido acceso el digital Huelva Información, detalla que los daños que presenta Luelmo «son compatibles en su producción con haber sido golpeada con un objeto de caracteres incisocontusos, con trasmisión de suficiente fuerza viva como para producir el hundimiento craneal». Para los forenses las lesiones son compatibles a las realizadas con una piedra.
Este primer informe señala que se han detectado restos genéticos de Montoya en el cuerpo de la profesora pero no de semen, lo que avalaría la hipótesis de agresión sexual.
El mencionado informe certifica que la agresión sexual se habría producido en casa de Montoya ya que se encontró sangre de Laura Luelmo en la pared y en el suelo de la vivienda.