Un hombre ha aceptado este martes un año de cárcel por estafar 2.600 euros en el alquiler de un piso en Palma. El acusado, colaborador de una inmobiliaria, se hizo pasar por el dueño de la vivienda en 2017.
El hombre y la copropietaria de la inmobiliaria, en paradero desconocido, se quedaron el dinero. El juez suspendió la pena al encausado, defendido por el despacho Tugores Ramis, con la condición de que devuelva los 2.600 euros en menos de seis meses.