Un hombre de 38 años ha sido condenado este martes a tres años de prisión por un juzgado de Palma por grabarse manteniendo relaciones sexuales con su novia sin que ella lo supiera y por colocar, en la misma vivienda, una cámara oculta en el baño para espiar a las hijas menores de edad de su pareja sentimental, lográndolo con una de ellas, que por aquel entonces, en 2017, tenía 13 años.
El hombre ha reconocido los hechos y se han conformado a la pena de tres años de prisión por dos delitos contra la intimidad. En un primer momento la Fiscalía pedía para el acusado cuatro años y seis meses de privación de libertad. Asimismo tendrá que indemnizar a la mujer con 7.000 euros, de los que ya ha pagado 2.500.
La pena ha sido suspendida con la condición de que no vuelva a delinquir en los próximos tres años, pague la responsabilidad civil y que realice un programa de educación sexual.