La reciente huelga de los funcionarios de prisiones ha contado con un aliado inesperado: los propios presos de la cárcel de Palma, que en una carta remitida a Ultima Hora se solidarizan con los trabajadores públicos que son los encargados de custodiarles en el penal.
«El colectivo de internos de esta prisión ruega a este diario que publique este comunicado, en solidaridad con el sindicato de funcionarios por sus peticiones ante el Ministerio del Interior, para mejorar el funcionamiento de ésta y del resto de prisiones del Estado español», comienza la misiva, que firma un veterano presidiario: Manuel P.G.
«Los presos rogamos que atiendan y solucionen las peticiones de estos sindicatos de funcionarios de prisiones, para el estable, pacífico y digno convivir en estos establecimientos que por su propia naturaleza son lo suficientemente hostiles», añade la carta. «La seguridad ciudadana debe comenzar por el buen funcionamiento y trato de los colectivos de funcionarios encargados por la Administración a desempeñar el difícil y en ocasiones deshonroso trabajo de la custodia y cuidado de presos, que en muchas ocasiones (más de la cuenta) puede llegar a ser bastante o muy peligroso, tanto para los funcionarios como para los internos», sostienen los presos.
Luego, advierten de la inacción de las autoridades ante la huelga: «Esto no es un parque de juegos, sino un peligroso y auténtico polvorín».