El exciclista alemán Jan Ullrich ha abandonado ya la unidad psiquiátrica donde ingresó tras su detención por agredir a una prostituta en un hotel de lujo de Fráncfort, mientras la Fiscalía prosigue las diligencias por presunto intento de homicidio y lesiones físicas graves.
La edición dominical del popular diario Bild informa este domingo de que el exciclista dejó el psiquiátrico donde había quedado ingresado por orden judicial y que aparentemente ha pasado a otro establecimiento para someterse a una terapia.
El rotativo da asimismo nuevos detalles de la agresión sufrida el pasado viernes por una mujer de 31 años cuyos servicios se habían solicitado de madrugada, para unas tres horas y por 600 euros.
Se trataría, de acuerdo con esa fuente, de la segunda visita de estas características en esa noche, que acabó en una fuerte discusión, aparentemente porque la mujer estaba hablando por teléfono, a lo que siguió la agresión.
Ullrich fue detenido sobre las 6 de la mañana, tras alertar el personal del hotel a la Policía, y fue puesto en libertad horas más tarda por considerar la fiscalía que no había motivos para dictar su ingreso en prisión.
Sin embargo, ante el estado del exciclista se procedió poco después a enviarlo a una unidad psiquiátrica.
El exciclista, de 44 años, que se encontraba en el momento de su detención bajo los efectos del alcohol y la droga, durante las horas siguientes no estuvo en disposición de ser interrogado por la policía y, cuando sí pudo hacerlo, hizo uso de su derecho a no declarar.
Su víctima ha ofrecido una detallada declaración de la agresión sufrida, por la que tuvo que recibir atención médica, después de que, según su relato, Ullrich la tomara del cuello hasta casi estrangularla.
La agresión se produjo tras el regreso a Alemania de Ullrich, en un jet privado y procedente de Mallorca, aparentemente para recibir una terapia, al reconocer que está atravesando problemas personales tras separarse de su mujer, Sara, y no haber visto a sus hijos desde la pasada Semana Santa.
Ullrich había sido detenido ya el viernes de la semana pasada en Palma, después de irrumpir en la casa vecino y compatriota, el actor de cine y director Till Schweiger, entre amenazas a éste y a unos invitados suyos.
La prensa alemana se ha hecho eco estos días del proceso de hundimiento del excampeón olímpico, único alemán que ha ganado un Tour de Francia, en 1997, y en temporadas sucesivas se convirtió en «eterno segundo» del estadounidense Lance Armstrong.
Su carrera quedó salpicada por el escándalo de dopaje masivo revelado en la llamada «Operación Puerto», lo que motivó su exclusión del Tour y retirada del equipo T-Mobile, en 2006.
Tras su retirada definitiva del ciclismo, en 2012, ha protagonizado una serie de incidentes, entre ellos la detención, en 2014, tras lanzarse a toda velocidad y bajo los efectos del alcohol contra dos coches, en Suiza.
Su situación actual, según Bild, es de dependencia de las drogas y el alcohol, situación precipitada tras separarse de su mujer, con quien tiene tres hijos, y quedarse solo en su casa familiar de Mallorca.