«Alá es grande y se hará justicia, ya nos veremos cuando salga de aquí», fue la amenaza que lanzó un recluso a tres funcionarios a los que agredió en el centro penitenciario de Palma. El preso, que actualmente está internado en León, reconoció ayer los hechos y aceptó una pena de tres años de cárcel por los delitos de atentado y lesiones.
El incidente se produjo el 3 de abril de 2016, cuando el condenado provocó un incidente durante el recuento de internos y fue recriminado por los trabajadores. Continuó desobedeciendo las instrucciones y procedió a protegerse los puños con camisetas. «Venid a por mí si tenéis huevos, perras», espetó a los funcionarios mientras soltaba puñetazos y patadas hasta ser inmovilizado.
Hasta tres trabajadores que actuaron en la inmovilización del recluso precisaron asistencia médica. La peor parte fue para uno de los trabajadores que estuvo casi un mes de baja por las lesiones sufridas en la mano derecha.
El condenado, de 34 años, se exponía a un castigo de cuatro años y seis meses de cárcel por el delito de atentado y de un año y ocho meses por el de lesión. Finalmente el recluso, que es reincidente, se conformó con un año y nueve meses de cárcel por el primer delito y con un año y dos meses por el segundo.
La pena que pesa ahora sobre el preso es la cuarta del mismo tipo delictivo que figura en su historial, ya que anteriormente fue condenado en Madrid, Palencia y Algeciras antes de este nuevo altercado en el centro penitenciario de Palma por el que fue juzgado ayer mientras atendía a las explicaciones por videoconferencia desde la cárcel de León. Por el primer incidente fue condenado en 2009 y también por el delito de atentado recibió sentencias condenatorias en 2010, 2012 y la más reciente la de este jueves.