La Audiencia Provincial ha condenado a un hombre a siete años de cárcel por violar a su hijastra en su domicilio familiar de Palma. El acusado, español de 57 años, indemnizará a la víctima con 6.000 euros. Tiene prohibido comunicarse o acercarse a ella a menos de 200 metros durante cinco años. El hombre dijo en el juicio que la acusación se debe a que su hijastra y su hijo mayor buscan una compensación económica.
El tribunal que lo juzgó estima probado que el acusado abusó de la menor entre 1997 y 2001. La víctima tenía nueve años cuando empezaron los abusos. El procesado le realizó tocamientos de forma continua y también la violó.
El hombre reconoció en el juicio que en dos ocasiones realizó tocamientos a su hijastra, pero negó que la violara. «La declaración del acusado carece de credibilidad», refleja la Sala. El relato de la víctima, para los jueces, «es persistente y coherente, dio una explicación clara acerca de por qué no había denunciado antes, ni se lo había contado a nadie. Por vergüenza, por miedo, por no hacer daño a más gente. También explicó el mecanismo que ella misma siguió para tratar de que aquello no le afectara, mecanismo de defensa de olvido». La Sala otorga credibilidad a las declaraciones de una de las testigos. «Fue reveladora al indicar que notaban un gran rechazo de la víctima hacia su padrastro».
La Sala entiende que los hechos son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales, sin consentimiento sobre menor de 12 años, con acceso carnal y bucal.