Estos días se celebra en el tribunal de St. Albans, al norte de Londres, el juicio por el asesinato de la famosa escritora Helen Bailey, que desapareció en abril pasado y tres meses después fue hallada en la fosa séptica de su mansión. El acusado es su novio, Ian Stewart, que supuestamente tras matarla pasó dos semanas en Mallorca veraneando, para despistar a los investigadores.
Desaparece
El 11 de abril Ian denunció que Helen había salido a pasear con su perro Boris y no había vuelto. A partir de ese momento, el novio se volcó en su búsqueda, pero siempre dejó entrever que podía tratarse de una desaparición voluntaria y que quizás había viajado a otra de sus mansiones, en Kent.
Sin embargo, una serie de movimientos en las cuentas de la novelista hizo saltar todas las alarmas. Las sospechas empezaron a centrarse en Ian, que al parecer había intentado vender una de las propiedades de Helen. El experto informático siguió con la farsa y en junio, tres meses después de la desaparición, decidió pasar dos semanas de vacaciones en Mallorca.
Ian finalizó sus vacaciones en la Isla y a su vuelta fue detenido acusado de asesinato, fraude y obstrucción a la justicia.