La Policía Nacional ha detenido a un delincuente de 38 años que cometía robos de forma incesante, había intentado arrollar a los agentes cuando se había visto acorralado y puesto en peligro a terceras personas. El hombre, a quien se le atribuyen al menos 56 delitos contra el patrimonio, la mayoría en Palma, ingresó en prisión tras ser presentado ante el juzgado de guardia.
La policía lo había identificado por numerosos robos y lo buscaba desde finales de año. Su especialidad eran los robos de coches y motos, que luego usaba para desplazarse a alguna estación de servicio y abrir con una palanqueta o una radial las cajas recaudadoras de la zona de lavado. El delincuente causaba numerosos daños para llevarse tan solo las monedas de los cajetines.
Según informó este martes la Policía Nacional, el sospechoso, «para dificultar las investigaciones, cada cierto tiempo abandonaba el vehículo previamente robado y sustraía otro cercano al lugar prosiguiendo de este modo con su actividad delictiva, siendo su área principal de actuación la ciudad de Palma, si bien era también buscado por hechos similares en otras zonas de la isla».