El ministro de Asuntos de Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, ha confirmado el asesinato de una mujer española en México, cuyo cadáver ha aparecido este martes en la localidad de Toluca tras ser secuestrada el pasado 13 de septiembre.
Según ha explicado en una entrevista a Onda Cero, la víctima es sobrina de Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol y, hasta hace unos días, presidente en funciones de la UEFA.
Margallo ha conocido la noticia este martes durante su estancia en Nueva York (Estados Unidos), donde participa en la Semana Ministerial con motivo del nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, aunque ha desvelado que conocía desde hace días la noticia del secuestro de esta ciudadana española.
Según ha detallado el titular de Exteriores en funciones, la mujer fue secuestrada el 13 de septiembre en México, y sus captores se pusieron en contacto con la familia para pedir un rescate. El marido y otro familiar de la víctima incluso viajaron al país para pagar la cantidad exigida, ha explicado Margallo.
«Lo más triste es que creíamos que se iba a solucionar fácilmente y no ha sido así», ha confesado el ministro, que confiaba en que la mujer apareciera «libre y sana», aunque finalmente el cadáver ha sido encontrado este martes en la ciudad de Toluca, en el centro del país. Tras el hallazgo, Margallo ha mantenido una conversación con Angel María Villar, tío de la víctima, ha explicado durante la entrevista.
«Se había pagado la cantidad, aunque inferior a la que pedían y creíamos que iba a salir sana y salva y por desgracia no ha sido así», ha dicho el ministro, que ha precisado que dos policías españoles colaboraron con la familia.
Hallazgo
La española fue hallada en un riachuelo, atada de pies y manos, y con una bolsa en la cabeza que le causó la muerte por asfixia, afirmó el subprocurador del Estado de México, Germán García.
María Villar Galaz fue secuestrada tras tomar un taxi el martes 13 de septiembre, hace una semana, en el centro comercial de la zona capitalina de Santa Fe, frente a las oficinas de IBM México, donde trabajaba, y su muerte se produjo un día después, según los estudios periciales, detalló el subprocurador.
La fiscalía sostiene que el fallecimiento se produjo por «sofocación de vías respiratorias».
La víctima «no tenía golpes en el cuerpo» y «no tenemos dato de que haya habido un ataque sexual», agregó García. Además, la encontraron vestida y sin documentos.
«Abrimos una investigación por un homicidio porque no teníamos conocimiento de que había sido un secuestro, aunque existían evidencias, por las cadenas, por las esposas, de que podría tratarse de un secuestro», matizó.
Consideró «un caso atípico que secuestren en la Ciudad de México y vengan a dejar a la víctima aquí», en el estado vecino, y poco frecuente que la víctima sea una ciudadana extranjera.
«Ahora trabajaremos de manera coordinada con las autoridades federales, quienes llevan la investigación del secuestro», adelantó en alusión a las labores de investigación que ha iniciado la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía).