Rafa Cabello, el vigilante de Es Pinaret que inició una huelga de hambre hace poco más de una semana ha sido suspendido de empleo y sueldo.
«Sobre las 13:42 horas, fue visto desde la zona de control haciendo una llamada telefónica con su móvil particular, así como de nuevo fumando dentro del centro de menores, en la zona de esclusa. Estas conductas suponen una falta muy grave. La empresa ha decidido suspenderla de empleo y sueldo dos meses», afirma Víctor Tendero, gerente de seguridad Iss, la concesionaria del servicio.
Cabello, que según partes médicos ha perdido 7 kilos, comenta: «Mi pesadilla comenzó hace dos años cuando denuncié que una educadora mantenía una relación sexual con un menor. Desde entonces los dos responsables de servicio iniciaron una campaña de acoso y derribo contra mi persona, ahora quieren acabar con mi vida y la de mi familia».
Sebastián Oliver, miembro de Alternativa Sindical cree que «lo que están haciendo con este pobre hombre es una salvajada, una falta de humanidad. Acaban de dejar en la calle sin un duro de manera ilegal a un hombre de cuyo sueldo viven su mujer, hijos y una nieta».