Cinco de los seis acusados de hasta diez atracos e intentos de robo cometidos en domicilios de Mallorca entre agosto de 2011 y enero de 2013, en varios de los cuales utilizaron un fusil militar de asalto para intimidar a las víctimas, han admitido hoy los hechos ante el tribunal.
En el juicio que ha comenzado la mañana de este lunes ante la sección primera de la Audiencia de Palma, los acusados han relatado cómo vigilaban las viviendas o a las personas a quienes iban a robar, planificaban los asaltos con varios días de antelación y los cometían utilizando el fusil de asalto y una pistola, cubriéndose las caras con pasamontañas y vestidos con ropa oscura o militar.
La Fiscalía les acusa de hasta diez robos, varios de ellos cometidos en casas habitadas y con uso de armas de fuego, así como varios delitos de detención ilegal de los moradores de las viviendas y de personal de seguridad, tenencia ilícita de armas, y tenencia y depósito de armas prohibidas y armas de guerra, y pide condenas de entre 39 y 200 años de prisión para ellos, que suman en total 540 años de cárcel entre los seis.
Cuatro de ellos han sido militares en el regimiento Palma 47, en la antigua base General Asensio, y dos han participado en misiones internacionales.
Uno de los acusados, para quien el fiscal pide una condena de 91 años de prisión y que ha dicho estar muy arrepentido de lo ocurrido, ha achacado su conducta al estrés postraumático crónico derivado de aquellas misiones: «cuando pierdes el respeto a tu propia vida, a raíz del tipo de trabajo que he llevado he visto la muerte de cerca varias veces, y cuando pierdes el respeto a tu vida pierdes el respeto a todo lo demás», ha asegurado.