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Doble crimen en Cuenca

Prisión comunicada y sin fianza para Morate

Fotografía facilitada por la Policía Nacional de Sergio Morate a su llegada al aeropuerto madrileño de Torrejón. | Policía Nacional

| Toledo |

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cuenca ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para Sergio Morate, al que se le imputa como presunto autor de dos delitos de asesinato de Marina Okarinska y Laura del Hoyo.

El imputado, que ha comparecido ante el juez pasadas las once de la mañana de este domingo, se ha acogido a su derecho a no declarar y ha ingresado de forma inmediata en el Centro Penitenciario Madrid VII, de Estremera.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha informado en un comunicado de la comparecencia de Morate ante el juez Gonzalo Criado del Rey Tremps.

En el comunicado, el TSJCM ha recordado que la causa abierta continúa bajo secreto de sumario y sigue instruyéndose en sede judicial.

Morate llegó a los juzgados de Cuenca a las 3.16 horas de esta madrugada, tras llegar a España procedente de Timisoara (Rumanía), donde fue entregado a la policía española por las autoridades rumanas.

El avión que trasladó a Morante llegó al aeropuerto madrileño de Torrejón pasada la medianoche, tras lo cual fue trasladado hasta Cuenca en un coche camuflado de la Policía Nacional escoltado por tres furgones de antidisturbios y otros dos vehículos.

La comitiva, que llegó sobre 3.16 horas de la madrugada, que entró directamente por la puerta de atrás de los juzgados, fue recibida por una docena de personas que profirieron gritos de «asesino».

Protesta

A la salida, un centenar de vecinos han reclamado justicia y le han increpado al grito de «asesino», como ocurrió a su entrada a las dependencias judiciales, al tiempo que familiares y amigos de las víctimas se han acercado al vehículo.

Con el objetivo de que la salida del detenido se desarrollara sin incidentes, algo que así ha ocurrido, cinco furgones de Policía Nacional y una treintena de agentes antidisturbios han hecho un cordón policial, que ha mantenido a los vecinos en las aceras y ha permitido la circulación del coche camuflado con normalidad.

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