Un error de bulto de la jueza de instrucción a la hora de tramitar el caso ha llevado a que la Audiencia se vea forzada a absolver a dos acusados de introducir en Mallorca un cargamento de 13 kilogramos de cocaína.
El envío de droga, procedente de Brasil había sido orquestada por una banda de holandeses y tenía una pureza excepcional. Se iba a comercializar en el Llevant de la Isla en el año 2011 y la Guardia Civil la aprehendió en una de las fases de la ‘operación Dorado'.
Los abogados Agustín Aguiló y Carlos Echevarri plantearon en el juicio la absolución. El motivo era que la instructora prorrogó los pinchazos de varios teléfonos en la causa por una simple providencia. La Audiencia coincide en que debió ser una resolución motivada, en este caso un auto. Esa «lamentable falta de control judicial», según la Audiencia, se llegó a que algunos de los teléfonos siguieron pinchados sin ningún tipo de resolución judicial que lo amparara.
De esta manera, todas las conversaciones que mantuvieron los acusados después de estas prórrogas son ilegales y quedan fuera del procedimiento. Precisamente son en las que los dos acusados que llegaron al juicio hablaban del cargamento. La Fiscalía reclamaba nueve años de prisión para los dos acusados. La sentencia puede ser recurrida.