Un agente de la Policía Local de Palma reconoce que dio dos patadas a un detenido que estaba esposado. El oficial está acusado de un delito de torturas por el que ha comparecido esta mañana en la Audiencia Provincial junto a otros tres compañeros.
La Fiscalía le reclama una condena de cuatro años de cárcel por torturas y lesiones. A los otros tres agentes se les reclama un año de prisión por consentir esta agresión. La clave del juicio es el vídeo del calabozo que grabó toda la secuencia. En él se ve cómo el agente da dos patadas en la cara al detenido ante la indiferencia de sus compañeros. Después, uno de ellos se acerca a la cámara y la gira.
El principal acusado explicó que "perdió los nervios" después de que el detenido ámenazara con "rajar" a su hija. Pidió disculpas por lo ocurrido. Sus compañeros se escudan en que no tuvieron tiempo para reaccionar.
En el caso del que tocó la cámara -otro oficial- explica que movió el aparato por accidente al sacar su porra extensible.
La víctima señaló que tuvo un trato "inhumano" desde que fue detenido ese día, en septiembre de 2011 en el paseo Marítimo de Palma. Había tenido un accidente de tráfico cuando conducía ebrio. Ya ha sido condenado por ese delito y por otro de atentado por intentar golpear a un policía durante el traslado. Añadió que fue golpeado varias veces en el cuartel y que los policías se reían de él. Además, negó que insultara o amenazara a nadie. Explica un momento del vídeo en que se ve como se encara y grita algo en que quería que le aflojaran las esposas.
El juicio terminará el próximo 27 de mayo después de que los fiscales Juan Carrau y Miguel Ángel Subirán (ambos de Anticorrupción) pidieran una suspensión. Se da la circunstancia de que uno de los oficiales está imputado en el caso de los Ángeles del Infierno y en la causa de corrupción en la Platja de Palma. El principal acusado, a su vez, es uno de los investigados por el amaño de los exámenes de ascenso a oficial.
Las mazmorras de San Fernando.