Un niño de siete años salvó la vida milagrosamente el pasado Jueves Santo tras caer al interior de una fosa séptica ubicada en la playa de Cala Agulla, en Capdepera.
Un grupo de niños estaban jugando en la inmediaciones del aparcamiento de la playa, junto a los baños públicos situados en el camino de acceso y salida de la citada playa. En un momento dado, uno de los menores se precipitó al interior de una fosa que estaba abierta, sin protección y que no contaba con señalización alguna.
Nada más caer, el resto de niños acudieron en busca de sus padres gritando y pidiendo ayuda. En cuestión de segundos, varias personas acudieron en su auxilio y se encontraron al pequeño cubierto hasta el cuello de una especie de aguas fecales y arena de la playa.