La Policía Local de Palma no gana para disgustos y le crecen los enanos. Por una parte, hace unos días, los servicios jurídicos de Cort notificaron la anulación de convocatoria de la plaza fija de intendente a todas las partes implicadas, entre las que se encuentra el exjefe Antoni Vera.
Del mismo modo, la mesa del RPT (Relación Puestos de Trabajo) también comunicó la amortización de la plaza interina que ocupaba Antoni Vera hasta que fue destituido por el alcalde Mateu Isern por el caso de las supuestas oposiciones de oficial de la Policía Local de Palma amañadas.
A partir de ahora, una vez que finalicen los seis meses de sanción impuestos, el exjefe de la Policía Local regresará asumiendo su plaza fija en propiedad de subinspector.
La incorporación se hará efectiva siempre y cuando no prospere el recurso interpuesto por el propio Vera contra esta resolución.
Por otra parte, el actual director de Seguretat de Cort, Guillem Mascaró, cesará el próximo 20 de septiembre de su cargo y se incorporará nuevamente al organigrama policial como mayor. Se trata de un grave error burocrático cometido por el Ayuntamiento de Palma en la contratación del mando policial. Hace un año, Mateu Isern ofreció la dirección del área de Seguretat a Mascaró tras la destitución del exintendente Antoni Vera. Para asumir el cargo, Mascaró solicitó una excedencia y fue nombrado políticamente como cargo de confianza. Los responsables de personal informaron de que la plaza era de una duración máxima de un año y no han encontrado ninguna fórmula legal para regularizar la situación.
El alcalde de Palma se entrevistó con su director de área, pero no llegaron a ningún acuerdo. Ahora, la dirección de la Policía Local pierde a uno de sus principales efectivos.