Esta vez la pesadilla no llegó hasta la cocina. Se quedó en la furgoneta. La Guardia Civil intervino ayer en el puerto de Palma un vehículo cargado con una tonelada de alimentos en mal estado que iban destinados a particulares e incluso a un restaurante.
El vehículo llevaba de todo: queso fresco, carne, salchichas o pasteles. Todo ello dentro de una furgoneta sin refrigeración y, entre ellos productos congelados que habían roto hace horas cualquier posible cadena del frío.
El hallazgo se produjo en un punto de verificación de pasajeros y vehículos a la llegada de un ferry de pasajeros. Los agentes dieron el alto a la furgoneta que venía a Palma desde Rumanía. Al abrir la parte de atrás se encontraron los alimentos en mal estado. En la inspección, participaron también inspectores de la Conselleria de Salut i Consum del Govern. Una vez comprobado el mal estado de los alimentos fueron incautados y llevados a la incineradora de Son Reus donde fueron destruidos.
Además de los alimentos, en la furgoneta había paquetes para particulares, si bien en algunos de ellos también había comida que se unió al resto del cargamento camino del vertedero.
Es el segundo episodio con alimentos en mal estado que ocurre en Palma en pocas semanas, después de que el Cuerpo Nacional de Policía encontrara en un almacén de una empresa de catering productos con la fecha de caducidad manipulada, por lo que se denunció a dos personas por un delito contra la salud pública.