Excusa informática para los exámenes amañados. El exintendente jefe de la Policía Local de Palma, Antoni Vera, y el exdirector de seguridad ciudadana de Cort, Enrique Calvo, negaron tener nada que ver con la filtración de las respuestas de la oposición de ascenso a oficial. Los dos altos cargos de Cort dimitidos por el escándalo esgrimen líneas de defensa similares y se escudan en un informe de técnicos informáticos municipales que revelan una posible vulnerabilidad en el sistema de correo electrónico de la Policía Local de Palma que habría permitido que se manipularan sus cuentas.
Junto a ellos declararon también como imputados ante la titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma tres de los agentes que aprobaron la oposición. De ellos, dos justifican su éxito en su capacidad de estudio. Otro, el último en declarar sí reconoció que tenía las respuestas. Sin embargo, el ‘arrepentido' señaló que se las dio otro de los agentes imputados y no llegó a reconocer que se las hubieran facilitado desde la cúpula del Cuerpo. Justificó que este compañero se las diera en que ambos estudiaban juntos y en que tenían una buena relación.
El agente que obtuvo mejor puntuación en la prueba –pariente lejando de Antoni Vera– negó cualquier irregularidad en su examen. Para justificarse presentó sus notas en otras pruebas similares en las que había también conseguido buenas calificaciones. En la prueba sospechosa fue el único que consiguió un diez entre todos los aspirantes. Además, los informes de la Guardia Civil apuntan a que uno de los documentos en los que Antoni Vera escribió las preguntas había sido creado en su propio ordenador.
El exintendente admitió que su pariente lejano le había facilitado el temario y que sobre ese documento, él hizo las preguntas. El imputado explicó que se le encontró un día y que por simple oportunidad le pidió los temas a él en lugar de solicitarlos al organismo oficial competente: la Escuela Balear de Administración Pública.
Vera y Calvo coinciden también en apuntar a que existe un posible móvil de venganza en el agente que denunció los amaños que había sido expedientado. Este policía sostiene que Calvo le envió a él las preguntas y le encargó que las distribuyera entre afines al PP.